LXXXIII – SIOUXSIE AND THE BANSHEES
Banshees, brujas del lamento. Seres mitológicos que se aparecían para anunciar la muerte de seres queridos. Criaturas de los túmulos. Noche en tierras del norte. Eso que tanto me gusta. La representación de todos esos lugares fríos, oscuros y vacíos del ánimo. Cuando noviembre te empapa los pulmones y el alma.
Hoy vengo a hablaros de una criatura especial y de su aquelarre de diablillos: Siouxsie and the Banshees. Y nos incardinamos en Londres y 1975. Os podéis imaginar la que se está liando en esas coordenadas de espacio tiempo. El Big Ben desprende su estilo gótico sobre la ciudad, y en Picadilly Circus el punk lo llena todo. Jóvenes esquizoides con chapas de los Sex Pistols se entregan con violencia a la noche y a las drogas. Es precisamente un concierto de los Sex Pistols lo que transforma a una joven llamada Susan Ballion en la hechicera oscura de Siouxsie Sioux. A veces los disfraces sirven para encontrar nuestra verdadera identidad.
Un año más tarde y con el mismísimo Sid Vicius a la batería debutan en concierto los Siouxsie and the Banshees. Pero estas brujas del lamento se dedican a experimentar con sus raíces punk, intentando llegar a sonidos genuinos. Aparecen así las campanillas, los sonidos exóticos, los xilófonos. Y sus letras también abandonan los raíles del punk para hundirse en la senda de la locura, de la tristeza, de lo maldito. Está apareciendo el rock gótico.
Un terrorífico túmulo del que beberán los Joy Divison, los Cure, los Depeche Mode y cuya herencia sigue maldeciendo bandas más actuales como Nightwish, Lacuna Coil o los comerciales HIM.
Respecto al gran Robert Smith deciros que fue guitarrista del grupo y participó en varios discos hasta la consolidación de The Cure, cerca de 1986. De hecho antes de esa fecha The Cure fueron teloneros de Siouxsie and the Banshees en sus conciertos.
Ah… Sioxsie Sioux, la primera de las brujas. En el escenario es un trance en movimiento. Cada concierto una invocación litúrgica al tormento. Sus movimientos parecen dibujar terribles maleficios en el aire. Con la macabra danza de una bruja en un bosque medieval.
Estamos hablando de una figura pionera en un movimiento social que afecta no sólo a la música, sino que servirá para el revisionismo literario, innovación en la moda y una concepción diferente del espectáculo. Si no has ido a un concierto de música gótica es difícil de explicar, si no te has atrevido a entrar en salas o bares post punk o si no has leído a Poppy Z. Brite es más difícil aún. No es simplemente bailar o cantar canciones: es un trance colectivo, un ritual maldito, una ofensa a la luz. Siouxsie es más que una estrella del rock, es la líder de una ceremonia pagana. Es la mano que te acompaña a besar lo inadaptado de tu alma.
Podríamos decir que la publicación de su álbum Juju en 1981 es el origen del rock gótico. También es el momento de mayor creatividad de la banda. Terminan por separarse en 1996. En veinte años de carrera producen once discos y sacan algunos en directo. Si los orígenes del grupo son el punk, y Juju genera el rock gótico, Peepshow en 1998 se entrega al pop. Un recorrido de estilos con una línea transversal: el lamento.