LXXI – NOVIEMBRE CASI SIEMPRE NACE OSCURO

Es noviembre, sin duda para mí, el periodo más especial del año. Se hace de noche antes, hace hace frío, llueve… ME ENCANTA. Suelo aprovechar noviembre para entregarme a un lado de la música que me hace mucha compañía y me acerca a partes poco exploradas de mi manera de ser. Aunque echando un ojo a algunas pajas anteriormente publicadas veo que la exploro más de lo que creo. Es el tiempo de escuchar Sisters of Mercy, The Cure, Lou Reed, el réquiem de Mozart, Bauhaus y entre otros The Jesus and Mary Chain.
Recuerdo perfectamente la primera vez que escuché J&MC. Era, evidentemente, noviembre. Era un juernes saliendo por Huertas, con varios gin tonics y entre el frío y la lluvia, mi jefa Gema, sacó su ipod. En un portal de la calle del León escuché el Psychocandy. Con la carne del alma de gallina bajé hasta Atocha con esos muros de distorsión dándome más frío del que hacía. Esa gente había hecho un disco redondo: esos discos que no son para escuchar por canciones sino para escucharlos enteros una y otra vez. Disco redondo, gran concepto. MIGS y ROC son grandes amantes de los discos redondos.
Al llegar a casa me puse a buscar información del grupo como un loco. La verdad es que no me gustó mucho lo que leí. El núcleo del grupo son dos hermanos: William y Jim Reid. Tienen una manera muy marcada de dar conciertos y conseguir notoriedad. Recogen influencia de The Clash en la violencia de sus actuaciones: agresiones al público, destrozo del material de sonido, disturbios en los conciertos… canelita en rama. Por otra parte sus conciertos eran especiales, se hicieron referencia en el Reino Unido de finales de los 80. Nunca miraban al público, actuaciones que duraban 10 minutos, impuntualidad… Extravagancias que no se hubieran necesitado para influir, como lo hicieron, en buena parte del grunge americano y en la cultura indie europea de los 90.
J&MC son tristes, oscuros, distorsionan los sentimientos y susurran pena. Son la melancolía tras un muro de sonido. Fieles integrantes de ese rincón del corazón que viste de negro, que disfruta con la disforia, que lee Poe y Pessoa. Para todos aquellos amantes del inicio del invierno, para los oscuros, para los que están tristes y quieren estarlo: J&MC.
Tenía ganas de escribir en noviembre y de escribir sobre J&MC. Pero nació mi hija Luna hace unos días y de momento dejaré a un lado a estos hermanos escoceses. Este noviembre ha vuelto a ser especial. Este noviembre no hace frío y apetece escuchar Boogaloo Assassins. Pero en el recuerdo, para no olvidar el planeta en el que se vive, os dejo este pedazo de disco redondo: Psychocandy. Atentos a la entrada número 7, himno personal de JA, y ese escalofriante: Knife to my head when she talks so sweetly… qué subidón de bajón.
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