LXVIII – Va por The Dubliners

No es que haya que perderle el respeto a nadie, y mucho menos a los músicos, pero hay gente, y músicos, que merecen un respeto especial. Estos señores de los que hablamos hoy se lo han ganado a pulso durante más de 50 años. Como grupo no siguen tocando; sus fundadores y grandes figuras han pasado ya a mejor vida, lamentablemente, pero algunos de sus miembros supervivientes siguen reivindicando su música, con otros nombres, aunque con el mismo espíritu. The Dubliners representan la esencia de la música irlandesa y son unos de los máximos responsables de su fama en todo el mundo.
Empiezan a tocar, según lo que sé, por el año 62 o así. Sus miembros fundadores son cuatro, aunque se suele incluir a un quinto cuando se habla de la formación original. Como es lógico en un grupo que ha representado tanto, durante tanto tiempo, sus músicos se han convertido en auténticas leyendas.
La música irlandesa bebe de la propia tradición de la isla, pero es un folklore que se ha enriquecido con lo que los irlandeses, pueblo emigrante durante mucho tiempo, han encontrado por el mundo. En ese carácter tan irlandés está enraizada la figura de la música por la música, de la canción por la canción, un poco al modo de los trovadores o juglares. Y eso eran sus miembros originales, juglares o trovadores que se unieron para tocar juntos. Así surgió lo que surgió.
Su formación original la componían:
Ronnie Drew (voz y guitarra)
Luke Kelly (voz, guitarra)
Barney Mackenna (al gran banjo)
Ciaran Burke (flauta irlandesa)
John Seahan (violín; parece que John fue el que se incorporó un poco más tarde a la formación)
De ellos, quizá el más legendario, por lo que supuso también fuera de la música, es Luke Kelly, el auténtico trovador irlandés, comprometido con la gente y la política, todo un símbolo para la Irlanda de la época. Su personalidad, en lo musical y en lo que no lo era, podía eclipsarlo todo, sobre todo en los años en que Ronnie Drew dejó el grupo. Aquí uno de sus clásicos:
Aunque Luke Kelly sea un personaje cuasi legendario, Ronnie Drew no le va a la zaga. Creo que hasta, antes de ser The Dubliners, se llamaron “Los chicos de Ronnie Drew” o algo así, supongo que cuando empezaron a tocar en el O’Donoghue’s Pub. Ronnie tenía también una voz y un estilo muy particular, único, que hizo mucho porque The Dubliners alcanzaran el éxito que tuvieron, dentro y fuera de Irlanda. Para muestra, lo siguiente:
Ronnie dejó el grupo unos años, para volver tiempo después y dejarlo definitivamente, creo, en 1995. Luke Kelly había muerto en el 84, Ronnie lo haría mucho más tarde, en el 2008.
Es habitual que los cantantes o vocalistas acaben cobrando más protagonismo que el resto del grupo. Aunque en el caso de The Dubliners no sea exactamente así. Barney Mackenna, para los expertos el mejor banjo que ha existido nunca, sigue siendo muy admirado y querido, y la muestra la tienes en la cantidad de información que puedes encontrar sobre él. Hace poco han financiado por “crowd funding” un libro sobre su vida y su música. Debía ser alguien muy especial, por lo que cuentan. Y no era para menos, en esta canción demuestra lo que era con el banjo, y lo que podían hacer cuando se juntaba con el violín de John Seahan:
Ciarán Bourke sea posiblemente el miembro menos conocido de esa formación original. Murió muy temprano, en el 88 (Luke Kelly había muerto ya para entonces; parece que el alcohol se llevo a los dos por delante), y supongo que es normal que se le conozco menos. Aún así, aquí una pequeña muestra de quién era, con la formación original al completo, cosa no fácil de ver:
De estos cinco, John Seahan es el único que sigue vivo, y sigue tocando con un grupo, y su espíritu sigue siendo el mismo, la verdad. Estaría bien verles alguna vez, supongo que es lo más parecido que se puede ver a The Dubliners hoy en día. Aunque hay otros ex-miembros vivos, como Paddy Reilly o Eamonn Campbell, que yo conozca, lo que no sé es si siguen tocando juntos, la verdad.
Como entenderéis, después de cincuenta años de carrera, la cantidad de músicos que han podido pasar por el grupo es importante. No podría hablar de todos, no los conozco tanto, pero estos tíos han sido, y son, un auténtica leyenda, y todos los que han pasado por el grupo merecen todo el crédito del mundo. Mención especial merecen Jim Mcann –que sustituyó a Luke Kelly tras su muerte–, o a Bob Lynch, entre los que más he conocido.
En la música irlandesa, las canciones son casi siempre producto del folklore, la destreza del artista reside en la forma de trasmitirlas. Habréis reconocido muchas de las canciones. La mayor parte son, eso, canciones típicas que The Dubliners hicieron suyas; otras, compuestas por ellos, se han convertido en parte del folklore irlandés. Y del nuestro propio; muchas de ellas han sido versionadas por grupos muy conocidos, véase The Pogues, Dropkick Murphy’s, Flogging Molly y otros.
Aquí con The Pogues:
Cierro con una cita que venía en uno de sus vinilos, al presentar la canción de Mason’s Apron, no hace falta más:
“Take a hirsute quintet of boyos with names like Kelly, Sheehan and Bourke. Add a couple of guitars, a brace of banjoes and an Irish Fiddle. Mix well with five Irish singing voices, no doubt smoothed, mellowed, nurtered and developed by innumerable bottles of Guinness and behold, you have the Dubliners!
Just listen. You’ll like it! You’ll love it!”
¡Qué lo baile, qué lo baile!
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