X – Jacqueline du Pré

Mi hermana, el chelo y Jacqueline du Pré

Cómo no sé si sabías, de pequeño, gracias a la insistencia y paciencia de mis progenitores, llegué a dar 3 años de solfeo (técnicamente más de 4, porque repetí algún curso) y 2 de violín, lo cuál te da, quieras o no, cierta sensibilidad hacia la música clásica. Al menos, te ayuda a no rechazarla de plano cuando eres pequeño. Y es que aunque acabara odiando el solfeo – que no el violín – es inevitable que te inculquen cierto gusto, curiosidad por la música y los instrumentos más clásicos. De ahí mi afición por ciertos músicos y compositores, que sin a llegar a ser un experto, o un apasionado, siempre he escuchado, en mayor o menor medida.
En casa no fui el único tocando un instrumento, mi hermana tocaba el chelo desde unos años antes que yo y mi otra hermana empezó a tocar la viola conmigo; duró incluso menos… Esto es gran parte gracias a esa afición de mis padres por la música clásica, algo que de pequeño yo no llevaba muy bien; el solfeo me amargaba los días, la verdad. No era una cuestión de si me gustaba o no la música, es que los profesores de solfeo de aquel entonces eran todos una panda de capullos snobs, muy difíciles de soportar. Más aún, si tu oído musical y tu sentido del ritmo son tan limitados como el mío. Por aquel entonces yo era, encima, de los más pequeños en clase, con lo que aquello era todavía más duro. Total, que a pesar de gustarme mucho el violín y disfrutar tocándolo, lo acabé dejando y, como es normal, aún me arrepiento. Aunque no volvería esas clases de solfeo ni muerto… Al final, sólo mi hermana siguió con el tema del solfeo y del chelo, y el sonido de sus ensayos en casa me ha acompañado desde que tengo prácticamente uso de razón.
Siempre me gustó escucharla, aunque bromeáramos con ella diciéndole que no daba una nota bien; yo nunca logré sacarle a mi violín ningún sonido estructurado, tampoco es que le diera mucho tiempo, pero quizá por eso siempre me dio mucha envidia ver como lo hacía ella, el tiempo que le dedicaba y los sonidos que conseguía sacarle. De estos mis pinitos en la música y de lo que escuchaba a mi hermana, saqué una especial afición por el sonido del chelo. Ella siempre ha tenido predilección por una concertista de Chelo que se llamaba Jacqueline du Pré, ya fallecida cuando oí hablar de ella, y por eso empecé a escucharla, supongo que buscando aquello que mi hermana encontraba en su música.
Y vaya si lo encontré, no sé si fue porque di con la pieza que a todos nos llega, que nos conecta con un músico en concreto, pero me quedé encantado. La verdad es que no fue sólo su música y su virtuosismo a la hora de tocar el chelo lo que me cautivó, he de reconocer, que la triste historia de su vida también influyó en que me resultará alguien todavía más especial. No te voy a contar ahora todos los detalles, para eso te dejo más abajo la reseña de wikipedia, pero si te adelanto que la esclerosis múltiple que padecía, le obligó a detener su carrera pronto y lo que es aún más trágico para un músico, tuvo que pasar cerca de 20 años, casi sin poder tocar el chelo. Nunca he podido imaginar lo que aquello debió suponer para ella… Lo más emocionante de todo es que se la recuerde como una de las más grandes chelistas, aun habiendo tenido una carrera tan corta. Al contrario de lo que se pueda pensar, para los intérpretes solistas de música clásica, la juventud no es el periodo de mayor genialidad o culminación, muchos no alcanzan la plenitud interpretativa hasta una edad avanzada, cuando su técnica alcanza su nivel máximo, después de muchos años de estudio.
De Jacqueline du Pré te recomiendo el concierto para Chelo de Elgar, siguiendo el buen criterio de mi querida hermana. Sobre todo, el segundo movimiento, que te cuelgo vía youtube, aunque todo él es impresionante. Para qué tengas más que apuntarte, te doy dos nombres más, uno de sobra conocido, y sus obras más sobresalientes.
- Janos Starker, no fue un concertista excepcional, pero sus álbumes de estudio sí que están entre los mejores. Por eso, te recomiendo que escuches su interpretación de las archiconocidas Suites de Bach para Chelo.
- Miroslav Rostropovich, el favorito de la reina, para la mayoría el mejor chelista de los últimos tiempos, y si me aprietas, de toda la historia. El concierto para chelo de Dvorak es un ejemplo perfecto de su maestría.
Nada más, espero que lo disfrutes y que entiendas el componente emocional que tiene el sonido del chelo para mí. Es más, poniéndome algo sentimental, he de decir que el sonido del chelo me produce una sensación de agradable melancolía, precisamente, porque me resulta familiar y me transporta a esa patria común a todos que es la infancia.
RESEÑA WIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/wiki/Jacqueline_du_Pr%C3%A9
MIGS
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